Un día en la vida de un ostión Sol Azul

Lejos de la civilización moderna y de los peligros que conlleva el desarrollo, se encuentra una idílica Reserva de la Biosfera a lo largo de la costa central del Pacífico de Baja California, donde crecen y prosperan nuestros ostiones. Con una combinación de nuestros innovadores métodos de cultivo y las aguas protegidas únicas y densas en nutrientes de nuestras granjas, los ostiones Sol Azul son deliciosos e impecablemente limpios desde la semilla hasta la cosecha. Acompáñanos mientras te mostramos un día en la vida de un ostión Sol Azul.

 

En primer lugar, debemos comenzar con la extrema importancia de la ubicación de nuestros campos de cultivo. La Reserva de la Biosfera El Vizcaíno es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO y alberga un complejo ecosistema que sustenta y protege los sitios de reproducción de muchas especies amenazadas, incluida la ballena gris del Pacífico Norte, que alguna vez estuvo en peligro de extinción.

 

Específicamente, la Laguna San Ignacio tiene un gran flujo de entrada y salida de agua que nos permite utilizar nuestra tecnología única de cultivo sobre el fondo marino en las áreas intermareales de la laguna. Nuestros ostiones se colocan en bolsas de malla y se ponen sobre camas que los mantienen separados del fondo marino, protegiéndolos de los depredadores. Esto también les permite crecer con copas profundas, ya que solo tienen que concentrar su valiosa energía en filtrar los nutrientes del agua fresca y limpia en lugar del sedimento y la arena. Se elevan lo suficientemente alto como para evitar el crecimiento de epífitas, pero lo suficientemente bajo como para que estén cubiertos por las aguas frescas de la marea creciente.

 

A medida que la marea sube, las aguas ricas en nutrientes de varios afloramientos bañan nuestros ostiones en agua limpia, fría y nutritiva de las profundidades del océano que está llena de fitoplancton, lo que permite que nuestros filtradores absorban nutrientes y se limpien. El resultado es un perfil de sabor limpio, dulce y ligero con carne firme. A medida que la marea baja, los ostiones quedan al descubierto de una a tres horas, entrenándolos para vivir durante períodos más largos fuera del agua, cerrando sus conchas y almacenando agua de mar limpia entre sus valvas. Cuando llegue la cosecha, estarán listos para ser entregados frescos a los amantes de los ostiones alrededor del mundo.

 

Los ostiones Sol Azul viven 500 o más días en un paraíso inmaculado y bien protegido donde se nutren con cada marea creciente. El resultado acumulativo de esta asociación entre la naturaleza y la crianza es un ostión suculento con un licor prístino y salado con el que, al final del día, soñará en los años venideros.

 

 

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Realidad o ficción: Desmintiendo 5 Mitos Sobre Los Ostiones